¿Cuál es la diferencia entre Ethereum y Bitcoin?
Dentro del mercado de las criptomonedas existe una variedad cada vez mayor, ofreciendo a los inversores experimentados, tanto como a los amateurs, nuevas formas de operar. Mientras que Bitcoin sigue siendo la moneda líder por excelencia, existen otras alternativas de las que vale la pena hablar para comprender su funcionamiento más a fondo.
El mercado de las criptomonedas ha crecido de manera rápida en todo el mundo durante el transcurso de los últimos años, dando origen a nuevas divisas para los inversores. Tal es el caso de Ether, una moneda que en muchos casos es vista como alternativa del Bitcoin, creada por la fundación Ethereum. Sin embargo, es muy importante tener en consideración las diferencias que existen entre ambas monedas, para comprender su funcionamiento y uso.
Principales diferencias
Si bien ambas tienen una utilización similar y el mismo objetivo, Ether se originó posteriormente al Bitcoin, es decir, que Ethereum tomó muchas de las características del Bitcoin y las puso bajo observación para el desarrollo de su propia criptomoneda, estableciendo algunas diferencias elementales entre una y otra. Si bien ambas funcionan con tecnología blockchain o cadena de bloques, es importante entender más en profundidad cuáles son las distinciones que caracterizan a cada una de estas divisas, para poder hacer un uso responsable de ellas en un software como Crypto Engines, que busca ofrecer a los usuarios una plataforma con la cual poder operar con criptomonedas de manera sencilla y sin demasiados inconvenientes.
Uso y accesibilidad
Una de las principales diferencias yace en el hecho de que Bitcoin tiene una mayor llegada dentro del mercado, esto significa que es más aceptada, y que hay una gran variedad de proveedores que facilitan las transacciones con este tipo de moneda. En el caso de Ethereum, solo es posible realizar operaciones mediante las aplicaciones que hacen uso de esta red.
Esto supone una restricción un tanto mayor en el caso de utilizar Ether, ya que no tiene la misma aceptación que Bitcoin, y así como el Ether no puede emplearse en plataformas que no funcionen dentro de la red, Bitcoin tampoco puede utilizarse dentro de la red de Ethereum.
Limitaciones de emisión
Una de las características quizás más llamativas de Bitcoin, es que existe un límite de emisión para darle cierto control a su uso. A día de hoy, solo pueden producirse un total de 21 millones de bitcoins, por lo que a fin de cuentas, no existen tantos bitcoins para ser distribuidos entre los inversores. En el caso de Ether, no existe tal limitación de emisión de la moneda, por lo que no hay escasez dentro de su red.
Precio de la moneda
Este es otro de los importantes factores a los que hay que prestar atención, ya que como es posible observar, el valor del Bitcoin es considerablemente más alto que la mayoría del resto de las criptomonedas, esto se basa principalmente en la limitación que existe para su emisión.
Al haber menos cantidad de bitcoins disponibles, es necesario restringir de alguna manera el acceso que se tiene a ellas. Al mismo tiempo, Bitcoin ya goza de cierta reputación en el mercado, gracias a los años que han pasado desde su creación hasta la fecha, dándole mayor credibilidad, y un mayor número de usuarios y proveedores que operan con ella.
En el caso de Ethereum, se trata de una plataforma más joven y con menos limitaciones, haciendo que el valor sea un tanto menor. Sin embargo, al mantener un crecimiento de precio bajo y estable, el Ether cuenta con una de las capitalizaciones más grandes del mercado.
Cuál es la mejor moneda
Lo cierto es que, al momento de elegir con qué moneda operar, no existe una distinción estricta que pueda indicarnos si una es mejor que la otra. Lo importante es tener en cuenta sus características y evaluar qué tan conveniente puede ser invertir en ellas, según las fluctuaciones del mercado y el posible crecimiento de cada moneda. El valor de cada criptomoneda no se traduce únicamente en el precio que tienen en el mercado, también es importante reparar en el uso que le dan otros inversores, cuál es la reputación que tienen entre los usuarios, cuál es el uso y qué aceptación podrían llegar a tener en el futuro.