La prostitución no está legalizada, ¿Por qué debe existir una tarifa?
Ser escort sigue siendo una profesión estigmatizada en todas partes del mundo, muy a pesar de los esfuerzos de algunas corrientes y movimientos sociales que apuestan a su legalización como parte de la defensa de los derechos humanos de los que debería gozar una mujer que se dedica a este oficio, aún no se avanza lo suficiente en este tema.
Muchos se preguntan cuanto cobran las escorts alrededor del mundo, y la respuesta es totalmente variante. Habiendo conciencia de que es una profesión alegal en algunos países como España, por ejemplo, e ilegal en otros, sin embargo se habla de tarifas y hay quienes se atreven a hacer estudios minuciosos de mercado para estandarizar los costes de esta labor.
Lo cierto de todo, más allá de los prejuicios, tabúes, críticas y demás, es que existe un mercado claro donde hay competencia y esto hace que, por inercia, se generen estándares de precios y se valorice este tipo de servicio de acuerdo a su “calidad”.
Obviamente son muchas las variables que se toman en cuenta para colocarle el precio al servicio de una escort y si somos un poco más directos y crudos, cada mujer puede cobrar lo que le venga en gana. Nadie tiene por qué ponerle el precio al trabajo de otro y mucho menos si se trata de los servicios que ofrece una puta. Otra cosa es lo que un hombre está dispuesto a pagar o no, por tal servicio.
Y es de allí de donde proviene la competencia, la variedad de servicios, la originalidad y por supuesto, los estándares de belleza y placer que puede aportar cada una de ellas. Si hablamos de putas en el continente Americano, hay que hablar de latinoamérica, donde países como Colombia, Brasil, México, Venezuela y Uruguay llevan la batuta en cuanto a servicio y precios.
Brasil es el principal país con turismo sexual en el continente americano y puedes conseguir los servicios de una prostituta por hasta en 400$, mientras que en Colombia, Uruguay y Venezuela puedes conseguirlos entre 80 y 150$.
También nos encontramos con los servicios VIP y es aquí donde los precios no tienen control. Muchas se valen de su experiencia, de su belleza y de lo que están dispuestas a hacer o no, para aumentar el precio de sus servicios.
¿Quiénes pagan por placer?
Si nos limitamos a hablar de España, un estudio reciente determinó que cerca del 20% de hombres españoles han admitido contratar alguna vez los servicios de una escort, y estos se inician en una edad promedio de 23 años.
Es de suponer que ese porcentaje tiende a aumentar considerablemente si sumamos a aquellos hombres que igualmente contratan los servicios pero que se niegan a reconocerlo, decisión que se respeta.
Belleza, placer y precios
Tal como lo veníamos mencionando, las variables que inciden en el precio de una escort son muchas. La juventud, la belleza y sus habilidades son determinantes. Una puta joven en Europa puede llegar a cobrar unos 300 euros, mientras que una VIP (Escort de lujo) puede llegar a cobrar la noche por más de 800€.
En resumen, todo depende del tipo de servicio que se busca, también influye considerablemente si contratas servicios independientes o si lo haces a través de una agencia. Aprovechar la libertad y dejar de lado prejuicios y estigmas sociales es la clave para abrirte a este mundo que es señalado por muchos, pero disfrutado por muchos más, de seguro.