Lo que debe tenerse en cuenta cuando se organiza un viaje
La necesidad de viajar –de ir más allá de lo que es familiar– es tan antigua como los humanos. Como diría San Agustín de Hipona en una de sus frases más célebres: El mundo es como un libro, y quien no viaja, solo tiene chance de leer una de sus páginas.
Planificar un viaje con lujo de detalles y antelación puede parecer complicado, pero es muy fácil cuando se asume la organización como parte del disfrute del mismo, desde mucho antes del comienzo, como tal, del itinerario.
Planificar al detalle los vuelos y transporte
Viajar fuera de temporada alta permite la opción de precios más ajustados y al alcance, y a la vez muchas más posibilidades para elegir. Este blog de viajes es una opción perfecta en estos casos, pues facilita información y en ocasiones permite conseguir ofertas formidables.
Planificando con tiempo todo el itinerario se puede decidir el mejor transporte y reservarlo a los mejores precios, sean coches de alquiler (en este caso hay que leer con detenimiento la «letra pequeña»), trenes o transporte marítimo. Cuando se trata de una estancia de varios días en una misma ciudad es conveniente adquirir un bono de transporte público, sea tren, Metro o autobús.
Es muy recomendable revisar las páginas en Internet de las Oficinas de Turismo de cada país, o hacerlo inmediatamente al llegar, pues siempre aportan las mejores opciones y recomendaciones en cada caso.
El alojamiento perfecto con antelación y al mejor precio
Nunca se consigue un alojamiento con oferta de última hora, todo lo contrario, con la urgencia los precios siempre aumentan y sobre todo cuando se trata de alojarse en zonas céntricas, que, por estar cerca de todo, siempre son las más adecuadas.
Si el periodo es largo, la plataforma AirBnb es muy recomendable para tenerla en cuenta, al igual que para saber si el alojamiento encaja con lo que se busca; es ideal buscar opiniones acerca del establecimiento, en plataformas reconocidas y con credibilidad como TripAdvisor o Booking.
Los alojamientos que tienen cancelación gratuita son una opción, pues permiten al viajero cambios de ruta a última hora, pero siempre si se hace con completa responsabilidad, no haciendo la reserva en varios hoteles y luego cancelándolos si no se consigue algo mejor. Los establecimientos hoteleros y los mismos viajeros sufren mucho por la actitud irresponsable de los que abusan de esta práctica.
Acerca de administrar el dinero y las divisas
Siempre es aconsejable repartir el dinero disponible para el viaje en las diferentes ciudades o zonas a visitar y si surge algún inconveniente, puede contarse con un dinero que ayude a resolver y salir del paso.
Algo similar sucede con las tarjetas de crédito, de las que es recomendable siempre llevar más de una y de diferentes entidades financieras, por si alguna falla, puede aplicarse con otra alternativa y solventar alguna situación o gasto imprevisto.
Lo ideal es llevar moneda (en efectivo) del país al que se viaja, desde que se sale de casa, pues se viaja más cómodo olvidándose de ese tema, para lo cual hay empresas muy responsables que hacen el cambio de divisas, la mayoría a buen precio, según como esté el mercado. Las tarjetas de crédito siempre las exigen al momento de alquilar un coche. Y es ideal, vía internet, indagar un poco acerca de los precios en destino.
Idioma, gastronomía y cultura
El idioma es un aspecto muy importante, y aprender varias palabras en el idioma del país al que se va a viajar, siempre da como respuesta una sonrisa. Las app offline que traducen idiomas son la solución perfecta, pues nunca se sabe cuándo se va a necesitar.
La gastronomía es una de las mejores maneras de conocer una cultura y consultar acerca de los platos típicos de cada lugar aporta conocimiento y «seguridad» al estómago. Los lugares más turísticos suelen ser los más caros y menos auténticos.
Leer un poco sobre el destino al que se viaja da una visión más amplia acerca de la cultura y las costumbres del país y llegado el momento siempre hay que respetar la cultura e idiosincrasia del país. Hay que tener presente que cuando se sale de viaje a países extranjeros, estos no están diseñados para que el visitante se sienta en su propia comodidad. Los países fueron diseñados para que sus propios habitantes se sientan cómodos.