Qué es la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) y para qué se usa
Una de las partes de nuestro ojo que merece una principal atención y cuidado por parte de los especialistas es la retina. Afortunadamente, la tecnología actual cada vez es más avanzada y nos permite disponer de pruebas y técnicas de gran precisión para diagnosticar todo tipo de patologías oculares.
Una de ellas es la OCT – Tomografía de Coherencia Óptica, una técnica no invasiva e indolora de imagen por secciones que es capaz de ofrecernos, con un grado de penetración milimétrico, fotografías de alta resolución de las distintas capas de la retina, especialmente de la mácula y del nervio óptico.
De alguna manera, se podría decir que el OCT es el TAC o la resonancia magnética del ojo. Una prueba que, además, evalúa otras zonas del globo ocular, como pueden ser la córnea, el ángulo iridocorneal y la lente intraocular, y que se antoja fundamental y definitiva en el diagnóstico de muchos pacientes.
Cómo se lleva a cabo una Tomografía de Coherencia óptica
Al tratarse de una prueba no invasiva e indolora, no supone ningún tipo de riesgo para el paciente. Este lo único que tiene que hacer es sentarse, apoyar el mentón sobre una sección indicada de la máquina y observar un punto fijo y luminoso que se halla en el interior del aparato.
El especialista se coloca al otro lado y en apenas unos segundos puede hacer una revisión ocular del paciente.
La Clínica Oftalmológica Novovisión es uno de los centros especializados en España que llevan a cabo esta prueba a sus pacientes. Una técnica que revolucionó en sus orígenes el mundo de la oftalmología, hasta el punto de que permitió a los especialistas poder diagnosticar con más facilidad enfermedades tan importantes como el glaucoma.
En la actualidad es una de las pruebas más veraces para detectar enfermedades que pueden afectar a la mácula, el nervio óptico y a toda la retina en general. Algunas de estas enfermedades pueden ser la degeneración macular asociada a la edad, el agujero macular, las membranas epiretinianas, la neuritis óptica y hasta el glaucoma.
En definitiva, la Tomografía de Coherencia Óptica (OCT) es una de las pruebas más eficaces y definitorias para los especialistas. Solo hay que recordar que hace apenas 20 años no existía la tecnología que permitiera a los oftalmólogos examinar en profundidad la retina y el nervio óptico.