Estas son las tarjetas de crédito que puedes utilizar en el extranjero sin comisiones

Bnext, Revolut y N26 son bancos online que solo operan digitalmente a través de una app para el móvil

Estás en París, Londres o Bangkok, necesitas billetes en efectivo, te vas al primer banco que encuentras y cuando llegas a la operación final,… ¡sorpresa! Sin venir a cuento, el banco te cobra una comisión normalmente bastante elevada y cuyo pago es obligatorio si quieres acceder a tu dinero. Si cuando viajas no quieres llevar un fajo de billetes debajo del brazo, lo mejor que puedes hacer es contratar el servicio de una tarjeta sin comisiones extranjero antes de partir allá donde vayas.

Como su nombre indica, esta posibilidad está actualmente a la orden del día, en un mundo en el que la sociedad viaja mucho más que antes y en el que la globalización es un imperativo que ha obligado a la transformación de muchos factores. Entre ellos, el diseño y desarrollo de tarjetas alternativas que permitan que los usuarios podamos ahorrar cuando salimos de nuestras fronteras y podamos estar tranquilos sabiendo que lo que no gastemos en comisiones podremos invertirlo en salir por ahí o comprar cualquier souvenir.

Te damos algunas opciones para que puedas ahorrarte las comisiones e invertir el dinero en disfrutar plenamente de tu viaje

Las mejores opciones del mercado son Bnext, Revolut y N26, tres bancos online que operan únicamente desde Internet, por lo que cualquier gestión debe hacerse mediante un dispositivo móvil. Esta es su gran novedad, aunque no es una desventaja en un momento en el que vivimos conectados las 24 horas. De hecho, es precisamente por esto que gozan de gran popularidad, porque las operaciones se pueden hacer de forma fácil e inmediata, desde cualquier lugar y en el momento preciso que uno lo requiera.

¿Necesitas otra baza para ahorrar durante tu viaje? Un producto financiero que funciona mucho es la tarjeta prepago sin cuenta bancaria, es decir, aquella tarjeta cuyo límite de gasto va a ser la cantidad exclusiva de dinero con la que previamente se haya recargado. Esta alternativa, a diferencia de las tarjetas de crédito, imposibilitan el endeudamiento y hacen que puedas llevar un control mucho más exhaustivo de todo lo que gastas, favoreciendo que te ahorres sustos e imprevistos económicos durante los días que estés fuera de casa.