Cómo se produce la mostaza Dijon con chardonnay
La mostaza Dijon con chardonnay es una de las variedades más elegantes que podemos encontrar de este producto. La inclusión de este vino le otorga un distintivo de sabor que resulta exquisito y delicado a cualquier paladar, lo que le ha hecho convertirse en uno de los condimentos favoritos para tener en casa y acompañar una gran variedad de preparaciones. Vamos a conocer más sobre ella.
La mostaza es uno de los aderezos más consumidos en el mundo porque su sabor tan característico y el realce que es capaz de producir en cualquier preparación. Gracias a que es muy versátil, no hace falta conformarse solo con una versión básica de la mostaza Dijon, sino que también se puede aprovechar con una exquisita variante a la que se le añade chardonnay.
El proceso para conseguir un producto de tan elevado nivel es cuidadoso y bien definido, siendo quizás el más importante la inclusión de uvas chardonnay de excelente calidad que ayudan a la obtención de un resultado de primer nivel. Y es que es bastante rápido el ciclo por lo que debe pasar una persona para que la mostaza Dijon Chardonnay se convierta en su favorita.
Así se produce la mostaza Dijon Chardonnay
El proceso productivo puede ser distinto en dependencia a quienes lo estén ejecutando, pero en la mayoría de los casos inicia con una selección de ingredientes de altísima calidad que se basa tanto en las uvas que mencionábamos más arriba como en las semillas de mostaza. También se le suele incorporar vinagre destilado y especias que ayudan a maximizar el sabor.
Después de allí, lo que se hace es triturar las semillas de mostaza para obtener una pasta que está impregnada de los sabores y olores característicos. Acto seguido se añade el vino chardonnay y se mezclan para crear un resultado homogéneo. El aporte del vino refresca el sabor añadiéndole un toque de fruta y terciopelo delicioso.
Cuando ya este paso está completo, viene el momento de añadir el vinagre y las especias, como el estragón. Este vinagre suele ser de vino blanco, lo cual permite alcanzar un equilibrio idóneo en los sabores. Cada fabricante, en este punto, añade más o menos cantidad de ingredientes según el sabor específico que deseen lograr.
Por último, todo el resultado lleva a una mezcla enérgica y suficiente para obtener un producto impecable y con la consistencia propia del producto. En este punto es cuando se realizan los ajustes en torno al sabor o la textura para que sea el característico de cada marca. Cuando la mostaza está lista, solo queda envasarla para su salida al mercado.
Usos creativos de la mostaza Dijon con Chardonnay en la cocina
Solo con revisar el proceso de producción de la mostaza, ya se hace bastante fácil imaginarse disfrutando de ella en la cocina hogareña. Sin embargo, merece la pena detenerse a observar algunos momentos en el que es ideal darle uso, tales como:
- Aderezo de ensaladas: este es uno de los principales que se utilizan porque es un añadido valioso, sobre todo en el caso de ensaladas de hojas verdes. La mostaza además acepta una mezcla con otros ingredientes como la mayonesa, el vinagre balsámico o el aceite de oliva.
- Marinar carnes: las carnes y la mostaza Dijon con Chardonnay son dos que juntas van muy bien, no importa si se trata de res, cerdo, pollo o salmón. Solo hace falta preparar la mezcla incorporando algunas hierbas frescas, ajo y aceite de oliva y dar el tiempo suficiente para que haga su magia.
- Sándwiches: los sándwiches se elevan bastante cuando se les añade mostaza como parte de los condimentos. Es una excelente aliada cuando se acompaña con quesos suaves.
Además de los anteriores, esta mostaza también puede convertirse en una gran aliada a la hora de preparar salsa para pescado o glaseado para verduras asadas, solo hay que experimentar y dejarse atrapar por todas las alternativas que regala.