¿Por qué merece la pena contratar un diseñador web freelance?
Internet se ha convertido en el medio por el cual pasa gran parte de la vida de las personas, las empresas, la publicidad, los negocios, y así, se podría mencionar hasta el infinito. Por esta sencilla razón, todos los negocios, empresas, o tiendas de cualquier sector, necesitan de una página web.
Hay varios motivos que justifican el querer incluir una página web en internet. No es un gasto excesivo, aunque tiene sus costes, como los de dominio, alojamiento web y el diseñador, que son los principales; pero se pueden asumir, pues en general son gastos anuales y se relacionan directamente con la envergadura de la empresa, pyme, negocio o emprendedor.
La importancia comercial de tener una página web
Tener una página web brinda credibilidad y presencia. Los motores de búsqueda son los utilizados por las personas para buscar lo que necesitan, si la empresa en cuestión no aparece, comprarán el producto o servicio de la competencia. Los negocios que tienen una página web, tienen visibilidad los 365 días del año, durante las 24 horas y además brindan un servicio al cliente o al que puede llegar a serlo.
El diseño de la página web debe incluir ciertas características que le permiten ser atractiva para el usuario:
- Personalizada, con características únicas que la diferencien de la competencia.
- Adaptable (responsive) para que pueda ser vista sin inconveniente en cualquier tipo de dispositivo con acceso a Internet.
- Con estilo propio para marcar la diferencia con otras marcas. Las características de la marca deben sobresalir a simple vista.
- Ágil y moderna. Cuando una página tarda en cargar, se corre el riesgo de que el usuario se vaya y no regrese, y esto no es lo que se pretende.
- Orientada al SEO para lograr ubicarla en las primeras posiciones de los buscadores, en el momento que los usuarios realicen una búsqueda.
- Integración con las redes sociales para que la comunicación y relaciones con los clientes sean fluidas, con interacciones de ida y vuelta.
- Diseño actualizado, y para ello es necesario que el mantenimiento del sitio sea constante.
Es recomendable elegir un profesional para su diseño. La experiencia y conocimientos le permiten realizar una página web que cumpla con las expectativas. Se puede contratar una agencia de marketing digital que ofrece toda una línea de servicios que incluyen el diseño web, o un diseñador web freelance Madrid para crear la página.
Ventajas de contratar un diseñador freelance
La competencia de profesionales es muy fuerte en la actualidad, por esto el diseñador web que trabaja como freelance es una elección acertada, ya que ofrece una serie de ventajas más que importantes, que se deben considerar en el momento de elegir:
- Es un profesional más versátil. Se adapta a los cambios que pide el cliente.
- Trato personalizado con el cliente.
- Precios más asequibles.
- Está en permanente aprendizaje para mantenerse actualizado y diferenciarse del resto.
- Por ser independiente y trabajar en lo que le gusta, desarrolla su trabajo con pasión y lo disfruta.
La presencia de una marca en Internet favorece el desarrollo de una empresa
Tener un sitio en internet informa a los clientes y posibles clientes sobre los servicios, productos, ofertas, promociones, novedades, y demás detalles y novedades. Cuando un producto cambia de precio o se hace una oferta, es más fácil publicarlo en la página que imprimir folletos, por ejemplo.
Una página web le puede dar un servicio adicional al cliente, a través de la atención personalizada. Además favorece la relación entre la empresa y el usuario. Esto genera confianza y logra fidelizar el cliente, pues seguramente regresará para comprar nuevamente y recomendará la marca a otros. A través de la sección de preguntas frecuentes, se pueden resolver las consultas y dudas, lo que incrementa la confianza.
Además, una de las razones más importantes para tener una página web, es que la competencia seguro que ya dispone de una, siendo una ventaja que no se puede otorgar en el mundo de los negocios.
La importancia de una landing page
Una landing page es una página especialmente diseñada para lograr que muchos usuarios se conviertan en leads o potenciales clientes. Si el producto o servicio ofrecido es del interés del público, guiándolo hacia una buena landing page se convertirá en cliente.
Para esto, se debe tener una página de destino con un buen diseño persuasivo, para que las conversiones sean exitosas. Se pueden ver ejemplos landing page, para identificar las diferentes clases que existen, las más importantes son tres:
- Venta de productos. Es especialmente diseñada para la venta de un producto en particular, de forma directa, donde se suelen usar estrategias de pago.
- Ofrecer servicios. Ésta, es el tipo de landing page que más se utiliza. Su diseño permite llevar tráfico segmentado y cualificado. En una primera etapa, se utiliza para conocer los datos y el e-mail del usuario; y en una segunda etapa, para convertirlo en cliente. Para que dejen sus datos, se le ofrece al usuario alguna recompensa, como pruebas gratis, un ebook, guías, o cupones de descuento, entre otras posibilidades.
- Para invitar a un webinar. Esta página es muy efectiva. Principalmente se realiza para ofrecer cursos, seminarios en vídeo, talleres o conferencias que permiten captar leads con facilidad.
Para que una landing page sea atractiva debe incluir ciertas características, a saber:
- La URL se debe relacionar con lo que se ofrece. Debe atrapar la atención del visitante, para que continúe leyendo, y se quede en la página por más tiempo. Para lograr esto, el título es fundamental. Estadísticas señalan que la mayor parte para lograr el objetivo, se cumple con un buen título.
- Llamar la atención del usuario con la cantidad y calidad de beneficios que brinda.
- La información que mejor se recibe es la visual. Por eso, la imagen contenida en la landing page debe ser de la mejor calidad y relacionarse directamente con la temática tratada. Si se suma un vídeo, el resultado se optimiza más aún.
Es recomendable incluir información real y no ofrecer cosas imposibles. El cliente compra calidad y si se pretende conquistarlo con falsas expectativas o promesas poco reales, el trabajo está destinado al fracaso.