Cuida de tu pequeño de forma ejemplar en cada momento de su vida
Desde el mismo momento en el que recibimos la noticia de un embarazo, nuestra vida cambia para siempre. Un punto de inflexión en nuestra forma de enfocar el día a día, poniendo el bienestar en el primer puesto de nuestro orden de prioridades. Sin embargo, no siempre sabemos cómo cuidar del bebé, incluso cuando todavía no hemos dado a luz. Por suerte, hoy en día hay un gran abanico de fuentes de información que nos serán de utilidad para guiarnos en esta materia. Son muchas las fases por las que irá pasando nuestro hijo durante su infancia y, como tal, es importante estar preparadas para cada una de ellas.
Consejos para antes y después del parto
Los nueve meses que dura un embarazo están repletos de dudas, miedos e inquietudes. Debido a ello, es importante saber qué medios existen para determinar el estado en el que se encuentra el bebé, siendo los monitores embarazo los dispositivos más destacados. Este sistema no estresa al feto ni a la madre y sirven para comprobar la frecuencia cardiaca del bebé en los momentos previos al parto. Un recurso clave para reducir muchos de los riesgos asociados a este momento tan delicado.
Para realizar esta prueba, se emplea un monitor fetal electrónico. Este aparato va registrando su frecuencia cardiaca que se ve representada de forma gráfica en el electrocardiograma. En embarazos de bajo riesgo, se suele realizar dicha prueba en torno a la semana 40 de gestación, evaluando así el estado del feto de cara al parto. No obstante, si se han determinado factores de riesgo, es importante hacer el monitoreo sobre la semana 28 y la 29 del embarazo. Una medida de prevención para garantizar que todo va bien el día que toca dar a luz.
Una vez llega el bebé, las dudas de cómo cuidar del pequeño se disparan. Los niños no vienen con un manual de instrucciones y es importante encontrar aquellos blogs especializados en los que nos hablan de temas de interés como las posturas para amamantar. Esto va a repercutir en cómo se alimenta el pequeño, siendo este uno de los momentos más hermosos de toda la maternidad.
Sin importar la postura que elijas, es importante que cumplas con ciertos aspectos básicos. Tu comodidad es esencial, por lo que emplear cojines es una sabia decisión. Asimismo, el cuerpo del bebé debe estar en contacto con el tuyo, haciendo que descanse mientras se alimenta. En este sentido, lo mejor es que la cabeza del peque esté frente al pecho y el mentón apoyado en la mama para que el pezón quede sobre su labio inferior. Con esto en mente y dejando que él mismo se afiance de forma natural, verás que amamantar al bebé es más sencillo de lo que podrías pensar en un principio.
Regalos para sus momentos más especiales
En un abrir y cerrar de ojos, tu bebé habrá cumplido el año. Y los dos y los tres. Así sucesivamente. Los niños crecen con una velocidad sorprendente y es importante que vayas cuidando no solo de su bienestar físico, sino también del emocional. Si bien es cierto que esto es algo que debes hacer en el día a día, aprovecha las ocasiones especiales para darles una alegría en forma de regalo. ¿Un ejemplo? Los portafotos para comunión.
La comunión es uno de los eventos más relevantes de toda su niñez, considerado como el paso previo a su adolescencia. Para recordar para siempre este mágico día, nada como hacer bonitas fotos y ponerlas en un marco de gran belleza. Un regalo complementario a todos los que va a recibir en su primera comunión.Los cumpleaños, las navidades o los premios por sus buenas notas son otros momentos en los que también merece la pena hacer un regalo al pequeño. De este modo, sentirán todo el cariño y amor que les reservas, creciendo así en un entorno feliz. No olvides que son obsequios que recibirán con la máxima ilusión, llevándose una alegría con cada uno de ellos.