El bullying infantil: una realidad en las escuelas, complicada pero prevenible
Los diferentes tipos de acoso escolar tienen como resultado un deterioro de la salud mental y a veces hasta física de la víctima, lo cual, incluso, podría durar de por vida. Por tal razón, es importante prevenir esta situación tan grave y ofrecer apoyo y tratamiento psicológico a los niños que la sufren.
El bullying es una realidad que, tristemente, afecta en todos los ambientes sociales. El maltrato psicológico o físico puede ocurrir en cualquier entorno, sin embargo, es más común en las escuelas. Las agresiones y humillaciones entre los estudiantes es bastante común y estas acciones generan graves consecuencias a la víctima.
Los tipos de violencia que acarrea el bullying escolar se pueden clasificar en exclusión social, manipulación, amenazas, coacción, entre otras acciones que humillan y deshumanizan a la víctima. El bullying escolar es especialmente difícil de detectar, pues muchas veces puede ser invisible para los adultos.
Es importante estar alertas a todos los síntomas que puedan indicar que un niño es víctima de bullying escolar o hasta instigador. Las consecuencias del acoso escolar son muy significativas, por lo que se debe realizar todo lo posible para prevenirlo y eliminarlo.
Señales que un niño es víctima de acoso
Los síntomas del bullying escolar pueden ser difíciles de detectar. Sin embargo, una vez los padres comienzan a observar los patrones, se puede notar la existencia de este problema en el niño. En cuanto a lo emocional, factores muy notorios son el deseo de evitar las situaciones sociales, disminución de la autoestima, comportamiento autodestructivo, entre otros.
Al niño se le dificultará conciliar el sueño y muchas veces tendrá cambios en los hábitos alimenticios. El rendimiento escolar se ve afectado enormemente e, incluso, pueden aparecer lesiones inexplicables en el cuerpo del niño. Cuando todo esto ocurre, lo más probable es que exista un problema.
Es importante llevar al niño a consulta de psicología infantil Málaga para tratar todos estos síntomas, y ayudarle a encontrar una manera de enfrentar a su acosador. El psicoterapeuta infantil es capaz de tratar estos casos con un énfasis en el paciente, adaptando las estrategias psicológicas al entendimiento del niño.
Sin embargo, es importante saber que no todos los niños víctimas del bullying manifiestan señales de alerta. Es necesario tener una relación de cariño y confianza con el niño, para que este pueda expresar sus angustias y problemas. El apoyo en el área familiar, además, es esencial para que el niño pueda sentirse aliviado del acoso que recibe en la escuela.
¿Por qué es tan difícil detectar el bullying?
El bullying infantil es una realidad bastante compleja, y tristemente, no muchos niños expresan el hecho de que están siendo acosados. Todas las humillaciones que recibe la víctima generan una sensación de impotencia y descontrol, razón por la que sienten miedo de hablar con los adultos sobre ellas.
Es posible que los niños sientan que los adultos los van a juzgar y no quieren que se sepa lo que dicen sobre ellos. Algunos hasta tienen miedo de que los mismos padres los castiguen. Además, el niño puede temer que el acosador multiplique las agresiones al saber que lo ha acusado con los maestros.
Las víctimas de bullying infantil suelen sentirse aislados socialmente y creen que a nadie le importará su situación. Además, temen al rechazo de los compañeros. Todas estas razones se traducen en el silencio por parte de los niños, lo cual hace que la situación se torne invisible para los adultos. Los últimos deben afinar su vista y entender los factores que pueden llevar al acoso escolar, para así poder evitarlos.
Remover el tabú que rodea al bullying escolar es el primer paso para prevenirlo y eliminarlo. Las campañas de concientización y los protocolos de prevención son vitales para eliminar este problema. Sin embargo, lo más importante de todo es siempre proveer a los niños de una buena educación con empatía, cariño y amor al prójimo, además de siempre expresarles lo mucho que se les quiere y lo valiosos que son.