El papel del diseñador en el desarrollo web

El diseño gráfico es una área que se ha ido modificando en función de las necesidades del mercado actual. Por otra parte, el diseño web es de las profesiones más solicitadas del momento, por lo que los estudios relacionados al respecto son abundantes.

Hacer un Master Diseño Grafico se ha convertido en una de las mejores opciones para que el desarrollador web tenga una formación acorde a los servicios que están siendo solicitados. El apartado gráfico no se limita únicamente a la estética, sino que se ha ampliado a los términos UX y UI.

Siendo UX la abreviatura para User Experience, se trata del área del diseño que está enfocada en ofrecer la mejor sensación posible a la persona que utiliza cualquier producto digital, sea una página web o una aplicación. El UI por su parte se refiere al User Interface, que se encarga de hacer uso de formas y colores adecuados para dar un mensaje en específico al usuario.

Estos factores se vienen tratando con relativa novedad, debido a que el objetivo es que el usuario navegue el máximo de tiempo posible y que se lleve una impresión agradable. La idea es mantener una relación con el sujeto al otro lado de la pantalla.

Relación con el front-end

El desarrollo de una aplicación debe estar fundamentado en ofrecer una buena experiencia, no solo en la potencia de la misma. Para ello es importante que el diseño en sí mismo sea lo más óptimo posible en cuanto al rendimiento en términos informáticos, sin que eso afecte al usuario final.

Para lograr esto, el desarrollador front-end debe trabajar de la mano con un diseñador UX/UI, o tener él mismo las bases del diseño. El objetivo es doble, obtener un buen rendimiento y hacer algo intuitivo. La arquitectura de software que el desarrollador va a utilizar estará determinada por las decisiones del diseñador, por lo que resultará imprescindible que haya una comunicación continua para que no se priorice una área sobre la otra.

La mayor clave del diseño UX/UI

El secreto del éxito del iPod de Steve Jobs radica en la posibilidad de llegar a cualquier canción en 3 clics o menos. Esta genialidad hizo que el uso de este dispositivo fuera increíblemente fácil, intuitivo y agradable, por lo que el éxito rotundo fue una consecuencia predecible.

Es lógico que no todos los productos digitales vayan a llegar a este punto, pero la clave estará en acercarse a la siguiente premisa en cuanto a los clics:

• Uno para la acción más urgente.
• Dos para las secundarias.
• Tres para lo innecesario.
• Cuatro es demasiado para lo que sea.
• Cinco o más para las acciones que el usuario no debería hacer, como darse de baja en una web, hacer una reclamación, desinstalar una aplicación o cualquier cosa que el dueño del producto considere que le perjudica.

Lo que se puede apreciar aquí, es que hay que hacer fácil para el usuario, las acciones más deseadas y orientarlo para que las lleve a cabo. Pero la misma premisa se puede utilizar a la inversa, hacer muy complicadas las acciones a evitar.

La investigación y el diseño UX/UI

Los estudios de esta rama del diseño implican también áreas de la antropología y la psicología. Para llegar a tener un buen producto es necesario hacer la investigación adecuada para la necesidad que se vaya a solventar. Hay que tener en cuenta el objetivo de lo que se está desarrollando, que puede cambiar con el tiempo, la visión del cliente, el público al que está dirigido, el dispositivo más usado, entre otros varios factores más.

Es necesario tener en cuenta todas las variables posibles, además de hacer los estudios pertinentes y comenzar a hacer versiones de prueba, todo este proceso se hace con el objetivo de tener unos resultados realmente óptimos. Para lograrlo, se tienen que hacer uso de instrumentos basados en las humanidades y las ciencias sociales.

Otro papel que debe desempeñar el diseñador gráfico, es el de hacer de traductor entre el cliente y el programador, interpretar los requerimientos y objetivos para saber cómo plasmarlos en un producto digital es imperativo en el momento de ofrecer un producto. Gracias a que este profesional tendrá los conocimientos de las funcionalidades y diseños más utilizados, lo más probable es que sepa qué quiere el cliente antes de que éste sepa cómo expresarlo. Además, dispondrá de las herramientas para crear algo nuevo de forma útil y satisfactoria para el usuario final.