Interiorismo y decoración: funcionalidad más allá de la estética
Hay un campo dentro de la arquitectura que es el responsable de organizar la disposición particular de las diversas estancias o ambientes de los inmuebles para que se adapten a las dimensiones y necesidades de las personas que los habitan. A esta área del saber se le denomina diseño de interiores, o simplemente interiorismo.
A lo largo de este proceso de diseño y disposición de muebles, elementos decorativos y demás se tienen en cuenta factores importantes como la organización del espacio y la distribución de las piezas en él, además de aspectos específicos como las superficies, las texturas, los colores y los acabados. En otras palabras, lo que encarna el interiorismo y decoración implica la modificación de espacios para adaptarlos a las preferencias de la en sus casas o espacios de trabajo.
Esto no solo se refiere a lo estético (que es muy importante), sino también a la ergonomía, aprovechamiento de los espacios y, sobre todo, a que estos cumplan con la finalidad para la cual se usarán. Es decir, las cocinas requieren espacio de almacenamiento, sitio para cocinar y un lugar para desayunar. Mientras que las oficinas (proponer otro ejemplo) necesitan archivos, muebles útiles y cómodos para los trabajadores y un ambiente para atender a los clientes.
¿Para qué sirven el interiorismo y la decoración?
El objetivo del diseño de interiores y la decoración es crear entornos que sean estéticamente agradables y útiles a la vez que satisfagan las demandas y preferencias de sus ocupantes como hace Modrego Interiors. Esta parte de la arquitectura combina el arte con la funcionalidad.
La interacción con el entorno está muy influenciada por el diseño de interiores, que se ve en todo y una composición en cada espacio. Esto abarca desde casas a oficinas, pasando por hoteles y todo tipo de instalaciones comerciales. Por ello, tiene unos objetivos fundamentales que dirigen la ejecución del proyecto útil y el proceso creativo:
Funcionalidad como meta
El diseño de interiores y la decoración de cada ambiente tiene en cuenta la colocación de los muebles, las pautas de circulación de las personas a través de ellos, el almacenamiento y la organización de los elementos útiles y decorativos.
La idea es aprovechar al máximo el espacio disponible para su uso y hacer esto de manera estética englobando todos los componentes en una línea de diseño que puede ser tradicional, rústica, vanguardistas, minimalista, ecléctica, vintage o industrial, entre otras.
Utilidad, sí, pero belleza también
Los arquitectos y decoradores crean composiciones estéticamente bellas que son utilitarias, pero que también influye en el estado de ánimo y la experiencia de los habitantes. Por esto se centra en aplicar conceptos de diseño como el equilibrio, la proporción, el color, la textura y la iluminación.
Todos ellos en un concepto que es estéticamente apreciado por quienes hacen uso o habitan cada espacio.
Mejor calidad de vida y productividad
La meta es conseguir que los espacios se ajusten a las exigencias y niveles de confort de las personas. Para ellos se consideran todos los elementos. Dentro de esto se engloba la altura y tipo de muebles, la ergonomía de sillas y mesas, la iluminación y ventilación que deben ser suficiente y una distribución accesible y fácil de usar de cada estancia
En esencia, el diseño de interiores y la decoración pretenden mejorar el estado de ánimo, el estado emocional y la salud general de quienes usan estos ambientes, a la vez que fomenta la utilidad, la comodidad, la seguridad, la productividad y el bienestar físico y mental en los espacios que ocupan. En casa proporcionan relajación y un hogar al cual llegar cada día y en sitios de trabajo mayor productividad y rendimiento de los trabajadores.
