La contratación de un mago en un evento corporativo lo hará inolvidable
Cada día más empresas cuentan con estos profesionales que fascinan al público durante la celebración de ferias, congresos. y eventos de todo tipo. Se genera, de verdad, un ambiente mágico
Las empresas, cada día más, buscan sorprender y ofrecer experiencias nuevas a sus clientes, proveedores, competencia del mercado y, por supuesto, a sus empleados. Es por ello que cubrir eventos promocionales, ferias, congresos o presentaciones de marcas o productos cada vez es más habitual.
Pero, ¿qué diferencia a un evento de otro? Sin duda, la pasión que ponen los organizadores por hacerlo lo más exclusivo, original e inolvidable posible. Todo ello ha derivado en que la contratación de un mago sea un atractivo añadido. Estos profesionales abarcan desde la fascinación con trucos de magia en los que aparecen o desaparecen objetos; adivinación de cartas, número o pensamientos, pero también pasa por el humor, la interpretación y la combinación con otras disciplinas artísticas.
Razones, todas las anteriores para determinar que los magos serán los verdaderos protagonistas de una velada que nunca olvidarán los invitados. Además, su forma de captar la atención del público puede jugar muy a favor de la entidad que los contratan, ya que aprovechando esa sinergia publicitar sus bondades será mucho más fácil.
Magia, mentalismo y una dosis de risa
No importa a qué se dedique la empresa, ni la cantidad de invitados que se tienen, tampoco el target del público, lo más importante es saber adaptarse a cualquier interés que tenga el cliente. Por eso, el mentalismo juega aquí un papel fundamental, no porque se adivine lo que desean las entidades que contratan el espectáculo, sino porque se podrá idear un espectáculo completamente personalizado. Ya sea para un gran auditorio, como para unos pocos, un macro evento o una cena de empresa, el mago adaptará sus trucos, su discurso y cada elemento que lo acompaña a lo que pide el cliente.
Otra de los grandes beneficios que ofrece un espectáculo de magia es la versatilidad. Se puede combinar un monólogo de humor con trucos de cartas o hacer la presentación de un producto o servicio con añadidos de mentalismo que harán que todo el público se enfoque, precisamente, en lo que ha ido a conocer.
Esa es la verdadera magia, entretener y captar la atención, su perfecta simbiosis ofrece a las empresas un mar de posibilidades para hacer sus sus celebraciones un momento único y memorable, ¿qué mejor publicidad que esa?
Trinidad de un buen mago: experiencia, ingenio y habilidad
Sin lugar a dudas, para que un evento de magia sea satisfactorio hay que contratar al mejor mago. Es por ello que deberá aportar un portafolios con su versatilidad y toda la experiencia acumulada. Dice mucho de estos profesionales que sepan adaptarse desde una reunión familiar, a una experiencia escolar o a obnubilar a un numeroso público.
Además, tiene que ser muy ingenioso y saber modular el lenguaje a cada espectador. Eso hace que un mago sea capaz de contentar a personas mayores en una residencia ya que catedráticos de universidad son los que de verdad demuestran una valía palpable.
Por último, ser habilidosos, que estén en un constante trabajo de mejorar, implementar, intensificar y hacer más complejos sus trucos y sus dotes de mentalismo para controlar las situaciones. Un mago, un payaso, un entretenedor, un cómico o un intérprete, todo en la misma persona. Eso también es magia y se consigue tras años de experiencia y haber pisado muchos escenarios. Saber leer los códigos del público es muy importante, eso será un termómetro ideal para ir modulando los espectáculos y conduciendolos hacia el éxito.
En resumen, contratar un mago es una experiencia única e inigualable. Los invitados al evento saldrán maravillados y con un buen sabor de boca, además de tener la sensación de haber vivido algo único y exclusivo, lo cual toda marca lo agradecerá por el reconocimiento propio que se le asociará de esa buena decisión.



