La magia del solsticio de verano a la luz del Fosfenismo
Estamos próximos a vivir y celebrar el solsticio de verano este 21 de Junio. Son muchas las creencias, misterios, religiosidad y magia que envuelven este día, en el que se vive la magia de la noche más corta del año.
Los rituales de culto a la luz provienen de hace más de 5 mil años, cuando se creía que el sol perdería su poder, tras transcurrir este día. Muchas culturas del mundo ubicadas en el hemisferio norte de la tierra, celebran en demasía estos días y son muchas las polémicas que se generan a su alrededor al haber una relación estrecha entre las celebraciones denominadas paganas y el cristianismo, el cual se ha encargado, a lo largo de estos años de inculturizar la creencia. Sin embargo, los rituales del solsticio de verano se siguen practicando con toda la magia y formalidad que los envuelve.
Los rituales de la noche de San Juan
Dentro de esta misma relación entre lo que se considera es un legado pagano, los católicos celebran la natividad de San Juan “El Bautista”, quien es una de las figuras más importante del texto bíblico y no solo se recuerda su nacimiento sino también su muerte, tal cual como sucede con Jesús El Salvador.
La historia de la fiesta de San Juan también está rodeada de amplias resonancias astrológicas y astronómicas y que, por consiguiente, llevan a la gente a practicar, según los creyentes católicos, tradiciones paganas.
Todo está relacionado con las contradicciones que encierran la historia de la humanidad y la eterna batalla entre la luz y las tinieblas, entre el bien y el mal. Realmente, Juan Bautista no nació el día del solsticio de verano, sino días después, aún así hay vínculos entre el día del nacimiento de Juan durante el solsticio de verano y el nacimiento de Jesús, durante el solsticio de invierno, lo que también nos llama a mencionar la forma cómo han denominado algunas culturas estas dos épocas del año: La puerta de los hombres (solsticio de verano) y la puerta de los dioses (Solsticio de invierno)
Desde el Fosfenismo
Desde el concepto del fosfenismo desarrollado por el doctor Lefebure Methods en el año 1959, la magia del solsticio de verano puede vivirse plenamente al lograr transformar la energía que emana la luz, en equilibrio emocional interno. El conjunto de técnicas que encierra esta práctica es ideal para vivir plenamente el ambiente fortalecedor del día más largo del año.
La magia de la noche del solsticio de verano tiene que ver con la victoria de la luz ante la oscuridad. Es una noche donde los rituales se reproducen en muchas partes del planeta y donde la luz en sus diferentes formas, es la protagonista de la ocasión.
En ese sentido, realizar un fosfeno tomando conciencia de la luz que entra en nuestro interior en forma de energía, positivismo y poder se convierte en uno de los rituales más poderosos que pueden llevarse a cabo durante ese maravilloso y mágico día, ya que se trata de la gran fiesta del sol.
