Lugares extraordinarios para turistas intrépidos

El turismo es una de las actividades más importantes a escala mundial ya que contribuye directamente al desarrollo económico y cultural sin ocasionar desastres ecológicos de ningún tipo. Una de las metas principales de un viajero es encontrar el mejor lugar para tener unas vacaciones extraordinarias e impresionantes donde los parajes naturales sean los protagonistas. Filipinas es el mejor sitio para viajar, pues cuenta con los lugares más exóticos y majestuosos, donde las playas de arena blanca y las zonas montañosas predominan y son responsables de una gran afluencia de turistas cada año.

Más de 7.100 islas para explorar

Es posible encontrar en los 300.000 kilómetros cuadrados de Filipinas turismo de calidad. Y es que resulta difícil no enamorarse de este país que conforma el continente asiático, pues la belleza y el encanto en esta zona no tiene límites, además de la amplia variedad cultural, la historia ancestral que le caracteriza y el carisma de los habitantes; también es uno de los lugares donde los precios no son exagerados comparados con otras zonas turísticas que se aprovechan de los recursos naturales para incrementar los costes. Filipinas está conformada por más de 7.100 islas, las cuales resultan muy atractivas a los viajeros por la majestuosidad, versatilidad de sus paisajes y paradisíacas playas.

Este país ofrece a sus turistas diferentes tipos de actividades, como la práctica de snorkel, buceo y senderismo, incluso es posible participar en peleas de gallos. Las playas son totalmente cristalinas, lo que permite descubrir diversas especies de animales a la hora de bucear o incluso admirar la gran cantidad de buques que se hundieron durante la Segunda Guerra Mundial. Cual sea el camino que se tome, en Filipinas siempre habrá una maravillosa isla por explorar.

Turismo a flor de piel

Palawan cuenta con una superficie de 14.650 kilómetros cuadrados, lo que convierte a esta región en la mayor extensión de todo el país. Su capital es Puerto Princesa, y su isla más importante es la isla de Palawan, está integrado por más de 1.700 islas e islotes ideales para abismarse; se ha caracterizado por ser una isla desarrollada y de gran confluencia marítima gracias a su localización en la costa norte de Filipinas. El Nido (conocido como la perla de Filipinas), Puerto Princesa, Coron y Busuanga son los mejores lugares para conocer, los cuáles no deben omitirse al viajar, ya que todos cuentan con diversas actividades turísticas y educativas para explorar en su totalidad.

Además Palawan es una isla exótica por su exquisita gastronomía (conocida por muchos como la última frontera salvaje). Debido a la gran cantidad de personas que visitan esta isla, existen múltiples opciones de alojamiento, desde un confortable resort situado a orilla del mar, hasta accesibles campings o incluso las casas de algunos habitantes de la zona se encuentran disponibles para hospedarse a un bajo coste. Gracias a los aeropuertos que se encuentran ubicados en la región de Palawan los viajeros podrán acceder a todo el territorio y desplazarse con mayor comodidad. Palawan es considerada un pedazo de cielo rodeado de corales, un lugar de ensueño para pasar las vacaciones

La mejor isla del mundo

Según Travel, en el año 2017 Boracay fue reconocida como una de las tres mejores islas en el mundo, su clima se caracteriza por ser tropical con temperaturas medias de aproximadamente 30 y 39 grados centígrados. White Beach es la playa más popular en Boracay, donde puede encontrarse una gran cantidad de hoteles y establecimientos. El lado este de la playa es ideal para la realización de deportes extremos como kitesurf, gracias a los fuertes vientos que se producen durante todo el año, sin embargo, en caso de querer unas vacaciones más íntimas y privadas, es posible optar por espacios menos concurridos al otro lado de la playa, especialmente creado para proporcionar tranquilidad; adaptándose así a todas las exigencias de los usuarios.

«La isla que no duerme» es uno de los nombres que recibe Boracay gracias a que las fiestas salvajes no paran. Los siete días de la semana hay clubes nocturnos donde se puede encontrar salones de música en vivo de diferentes tipos, lo que produce que a la medianoche los bares se encuentren totalmente abarrotados, los usuarios tradicionalmente suelen trasladarse de un club a otro durante la misma noche para disfrutar de la versatilidad.

Un sinfín de atracciones

En la región sur de las Bisayas Centrales se encuentra la isla de Bohol, la cual rápidamente se ha convertido en la opción número uno de muchos al momento de viajar, cuenta con más de 70 islas de las cuales destaca la espectacular isla de Panglao. Las diferentes atracciones que ofrece este lugar no tienen fin, playas de arena muy fina y blanca, viviendas antiguas, iglesias y maravillosas zonas históricas se unen para dar vida a un majestuoso ecoturismo. Es posible llegar por avión o barco a esta isla, ya que se encuentra ubicada en el corazón de Filipinas, y su aeropuerto está situado a unos pocos kilómetros de Tagbilaran, su capital.

Los lugares turísticos que más destacan en la zona se encuentran en la isla de Panglao, conformada por manantiales, ríos, cuevas y más de 1.200 montañas,entre las cuales sobresalen las majestuosas montañas de chocolate o también conocidas como «Chocolate Hills», las cuales cambian de color en la temporada seca, volviéndose totalmente de color marrón, lo cual resulta un espectáculo totalmente fascinante. Virgin Island o el oasis escondido, como muchos de sus residentes le llaman, es un área muy pequeña, pero sin duda alguna causa una hipnosis muy fuerte la cual produce en los viajeros la sensación de poder volar, mérito que se debe a que cuando la marea está alta, gran parte de la playa se hunde y solo es posible visualizar las palmeras.

Balicasag también pertenece a uno de los tantos sitios exóticos de Bohol, es un lugar precioso donde existe la posibilidad de nadar con tortugas marinas, peces y otro tipo de animales, además de disfrutar de hermosos corales. Gracias al estable clima de Bohol, puede ser visitado en cualquier época del año.