Los muebles viejos son un tesoro de valor incalculable
La restauración de los muebles es una tendencia que va en crecimiento, que resulta la más apropiada en estos tiempos de ahorro para, con una pequeña inversión económica, cambiar el aspecto de los muebles y adaptarlos a las nuevas necesidades.
Mediante la restauración, se hacen reparaciones de daños ocasionados por arañazos, manchas o golpes que se han ido acumulando por el uso cotidiano, y con ello, se logra alargar la vida útil de los enseres. Entonces, no solamente se evita el gasto de dinero en mobiliario nuevo, que muchas veces sería innecesario, sino que con muebles antiguos y de valor emotivo, se puede dar un aspecto renovado a cualquier estancia.
La restauración debe estar en manos de profesionales
El proceso de restaurar un mueble se ha convertido en algo específico, que solamente se lleva a cabo, cuando se busca conservar un mueble que, aunque sea bastante viejo y que por su constante uso se vea deteriorado, se le tiene un gran valor sentimental o, tal vez, porque mantiene cierto valor económico.
También es habitual cuando se necesitan muebles nuevos, pero no se dispone del dinero suficiente para comprar nuevos. Muchas personas, cuando necesitan recuperar la calidad y belleza de un mueble en Madrid, recurren a profesionales como los de Caballero Restauración, quienes ofrecen las mejores soluciones para la recuperación de esa pieza de mobiliario que tanto se aprecia.
No está de más mencionar que, posiblemente, se quiera hacer el trabajo por uno mismo, pero se debe tener en cuenta que muchas veces, al no tener la experiencia, lo que se puede lograr es deteriorar más la pieza, y entonces, resulta peor el remedio que la enfermedad, como se suele decir. Es conveniente hacer un curso antes de hacer un trabajo de bricolaje de este tipo.
Cambiándole la cara a ese mueble que tanto gusta
Hay muebles que pueden ser restaurados fácilmente, ya que se consigue darles un nuevo look con solamente cambiarles el color, como es el caso de los de madera, como una silla o una mesa. Pero hay muebles que por su estilo requieren ser manejados por expertos en la materia.
No obstante, si en verdad, al interesado se le da bien el bricolaje y cree estar capacitado para hacer la restauración de un mueble, a continuación, se listan los pasos a seguir en dicho proceso:
- Analizar el mueble y ver cuál es el arreglo que requiere: es obligatorio, no solamente analizar el tipo de mueble que se quiere restaurar o su material, sino de igual forma, el estilo decorativo. Asimismo, el tipo de daño que ha sufrido, si es simplemente desgaste o alguna rotura por golpes, o bien el ataque de insectos y qué tan deteriorado se encuentra, así se podrá tener una idea del trabajo que hay por delante.
- Limpiar el mueble: antes de proceder a lijar, pintar o lo que sea que se vaya a hacer, se debe limpiar muy bien el mueble, usando agua y jabón, y aplicando un decapante para retirar cualquier barniz o pintura vieja.
- Reparar el mueble: en este paso, hay que deshacerse de cualquier desperfecto, por lo cual, en la medida de las posibilidades, debe desmontarse y arreglarse en cada una de sus partes. Se debe usar masilla, lijar, poner cola y todo lo que sea necesario.
- Proteger el mueble: en esta etapa, se aplica a la madera un tratamiento contra insectos y en el caso que tenga carcoma, deberá aplicarse con una jeringuilla, un producto adecuado en los agujeros.
- Acabado: para terminar con la restauración, debe igualarse el tono de la madera, aplicar tapaporos y proceder a lijar en el sentido de la veta (entre las dos capas de tapaporos y al final). Al pasar de unos días, se procede a darle el toque final, al aplicar cera de abejas o goma laca.
La mejor forma de estar ocupado
Son muchas las personas que han comenzado a hacer la restauración de muebles por mera necesidad, lo que acaba por ser una gran afición o hobby. Al llevar a cabo la restauración de muebles, se puede conseguir tener la mente muy ocupada, además de lograr ahorrar bastante dinero, pero no debe olvidarse que si no se tiene la pericia es mejor dejarlo siempre en manos expertas.
De ninguna manera vale la pena, por el simple hecho de probar, llegar a dañar un mueble antiguo que puede ser un tesoro familiar. Siempre será preferible recurrir a manos expertas para llevar a cabo trabajos de restauración que resulten plenamente satisfactorios.