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Placer, diversión o compañía: ¿Cuáles son los motivos para pagar por servicios sexuales?

julio 26, 2021

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Placer, diversión o compañía: ¿Cuáles son los motivos para pagar por servicios sexuales?

Aún con el auge de redes sociales que amplían las posibilidades para ligar, los servicios sexuales, también conocidos como sexo de pago, siguen en aumento, siendo España uno de los países en donde más incidencia tienen. La facilidad y la inmediatez son dos de las muchas razones por las que esta actividad sigue presente, cada vez con más fuerza.

Se dice que “la prostitución es el oficio más antiguo del mundo”, lo que quiere decir que la motivación para pagar por servicios sexuales ha existido, “desde que el mundo es mundo”.

Sin embargo, más que explorar en las razones que tienen las personas para recurrir a los servicios sexuales, el debate más acalorado que se ha dado durante generaciones enteras ha sido sobre el tema de si hacerlo es “bueno o malo” y si debería ser una actividad completamente legalizada y regulada.

Mientras los más puritanos se enfrascan con los totalmente liberales en cuanto a satanizar o legalizar los servicios sexuales, vale más la pena explorar las razones por las que un hombre o una mujer pagan por tener sexo, ya que esto prácticamente es lo que explica el porqué es tan popular esta actividad en todos los países del mundo.

Para la mayoría la búsqueda del placer, la diversión y la compañía son las razones principales por las que se recurre a los servicios sexuales, sin embargo, ¿por qué hacerlo a través de esta vía en la plenitud de la era de las plataformas digitales, cuando resulta fácil ligar a través de las distintas redes sociales?

Lo cierto es que a pesar del auge de medios virtuales para hacer cada vez más conexiones entre parejas, el pago por sexo sigue en aumento. Exploremos las razones.

Facilidad e inmediatez

Algunas encuestas han coincidido en que aproximadamente 40% de los hombres españoles han tenido sexo de pago al menos una vez. Otro indicador importante de señalar es que España es un destino de referencia en Europa en lo que a turismo sexual se refiere, de hecho es el primer país del continente y el tercero en todo el mundo con más auge en lo que respecta a este sector.

Son muchas las razones por las cuales las personas, mayormente los hombres pagan por servicios sexuales. Una de las básicas es la facilidad y la inmediatez que tiene el sexo de pago.

Por ejemplo, quien desea disfrutar de las mejores escorts en Ibiza solo tiene que llamar a los números que aparecen en portales especializados que concentran las mejores opciones, y rápidamente puede tener a su disposición la más apasionada y caliente chica para complacer todas sus fantasías.

Y es que la digitalización de todo tipo de mercado no ha dejado de lado el sexo de pago. Ahora es muy fácil encontrar escorts en plataformas digitales, las cuales tienen categorías y filtros para escoger con detalle lo que se quiere, por lo que el éxito está más que garantizado. 

Además, hay portales web que publican opiniones de las chicas, lo que puede ser también una buena orientación al momento de hacer la selección.

A diferencia de una aplicación para ligar en la que debe pasar un tiempo para establecer afinidades, una conexión y un vínculo, con el sexo de pago no hay que esperar tiempo ni pasar por la incertidumbre de saber si la otra persona accederá, tan solo hay que contratar y pagar por el servicio y “asunto arreglado”.

Libertad de cumplir fantasías y explotar de placer 

Son muchos los casos de personas, tanto hombres como mujeres, que se cohíben de explorar algunas prácticas sexuales con sus parejas por considerarlo vergonzoso o embarazoso. 

El hecho de no tener “familiaridad” con las callgirls in Ibiza, por mencionar las chicas más calientes que prestan servicios sexuales en España, es otra de las razones principales por las que los hombres pagan por sexo. 

Precisamente el hecho de no tener ataduras, compromisos, ni “protocolos románticos” le imprime al encuentro sexual de pago toda la libertad para dar rienda suelta a todas las fantasías, obviamente de una manera no lesiva ni agraviante, pero sin la barrera que produce el pensar que se le puede juzgar o que pueda haber molestias por parte de la otra persona involucrada. 

En las plataformas digitales de citas, quienes ofertan servicios sexuales explican en sus perfiles sus especialidades, es decir, cuáles son las fantasías que cumplen y las técnicas eróticas que mejor saben desempeñar. Esto es muy importante al momento en que el usuario está seleccionando con quien quiere compartir ese encuentro sexual tan esperado.

Para quienes quieren probar experiencias sexuales nuevas con personas que no sean sus parejas, el sexo de pago es la mejor opción porque le proporciona confidencialidad y discreción, lo que difícilmente ocurre cuando se tiene sexo con una compañera de trabajo, por ejemplo, o cualquier otra persona del entorno.

Más y más razones 

Siguiendo con la exploración del porqué sigue en aumento la popularidad de los servicios sexuales, salen a relucir más y más motivos. En muchos casos la falta de oportunidad para tener pareja es uno de los detonantes para buscar el placer de cualquier forma, siendo el sexo de pago una muy buena opción. 

También recurren a los servicios sexuales aquellas personas con exacerbada timidez, a quienes les cuesta ligar y así tener la posibilidad de llegar al sexo con alguien con quien se tenga una conexión afectiva. 

La baja autoestima es otro factor que influye en la “sequía” de las relaciones sexuales con parejas estables u ocasionales. Muchas de estas personas recurren al sexo de pago para disfrutar de experiencias sexuales, a la vez que en muchos casos esto le puede servir para tener un poco más de seguridad en sí mismo y un mejor auto reconocimiento.Las personas casadas, mayormente hombres, recurren a las escorts para vivir las experiencias placenteras que con sus cónyuges ya no tienen, o quizás nunca las han tenido, lo que no significa para ellos que el vínculo matrimonial fuerte que tienen se deba disolver y se resquebraje la familia. Así de simple lo ven.