¿Qué hacer con los objetos que no caben en tu nuevo hogar?
Mudarse es toda una aventura. Hay emoción, expectativas y un sinfín de tareas por organizar. Pero también puede haber sorpresas, como darte cuenta de que algunos de tus muebles o pertenencias simplemente no caben en el nuevo hogar. No es que quieras deshacerte de ellos, pero tampoco puedes meterlos a presión. Entonces, ¿qué hacer con todo eso que no tiene sitio? Estas son algunas ideas prácticas para solucionar este problema sin agobios ni dramas.
Lo primero es decidir qué es lo que realmente vale la pena conservar
Antes de volverse loco buscando soluciones, toca hacer una criba. No todo lo que has acumulado con los años tiene que seguir contigo. Hay cosas que se guardan por inercia, sin saber bien por qué, y otras que realmente tienen valor, ya sea práctico o sentimental.
Un buen truco es preguntarse si de verdad se ha usado en el último año. Si la respuesta es no, quizá sea el momento de dejarlo ir. Ahora bien, si hay muebles que adoras pero no caben o recuerdos familiares que simplemente no puedes tirar, hay opciones para conservarlos sin que invadan tu nuevo espacio.
Guardarlo en un sitio seguro
Si hay cosas que no puedes tener en casa pero tampoco quieres perder de vista, una buena alternativa es buscar un sitio donde almacenarlas de manera segura. Los guardamuebles HOMEBOX pueden ser una buena solución; cuentan con espacio extra para guardar esos objetos sin que estorben en el día a día. Además, permiten acceder a ellos cuando sea necesario sin preocuparse por la falta de espacio en casa. Este tipo de almacenamiento es ideal para muebles grandes, cajas con recuerdos, ropa de otra temporada o incluso objetos que tal vez más adelante vuelvan a tener su lugar en casa.
Darles una segunda vida vendiéndolos o donándolos
Si algo no tiene sitio en el nuevo hogar y tampoco quieres almacenarlo, venderlo o donarlo puede ser una gran opción. En lugar de dejarlo olvidado en un rincón o intentar encajarlo a la fuerza, ¿por qué no dejar que otra persona lo aproveche?
Vender muebles, electrodomésticos o decoración es fácil con la cantidad de plataformas online que existen hoy en día. Y si lo que buscas no es recuperar algo de dinero, sino simplemente asegurarte de que alguien más le dará uso, hay muchas organizaciones benéficas que recogen muebles y enseres para ayudar a quienes los necesitan.
Transformarlo en algo útil
A veces, lo que no cabe en su estado original sí puede hacerlo con un poco de creatividad. Un mueble grande puede convertirse en varias piezas más pequeñas. Una estantería antigua puede repintarse y adaptarse a otro rincón de la casa. Incluso una mesa de comedor demasiado grande puede cortarse para hacer un escritorio más manejable.
Si la idea de reciclar y transformar te llama la atención, hay miles de tutoriales en internet con ideas para darle una segunda oportunidad a esos objetos que parecen no encajar en tu nuevo espacio.
Aprovechar mejor el espacio disponible
A veces, el problema no es que las cosas no quepan, sino que están mal organizadas. El almacenamiento inteligente puede hacer maravillas cuando se trata de ganar espacio. Hay mil trucos para aprovechar cada rincón. Si lo piensas bien, el espacio se estira más de lo que crees.
Los muebles multifuncionales, como sofás con compartimentos internos o camas con cajones, pueden ser una gran idea.
También ayuda aprovechar las paredes con estanterías, colgadores o incluso ganchos en el interior de las puertas.
Y para las cosas que no se usan a diario, como ropa de otra temporada o maletas, los espacios debajo de la cama o en lo alto de los armarios pueden convertirse en aliados clave.
Prestar o alquilar lo que apenas usas
Hay objetos que ocupan espacio pero que solo se usan de vez en cuando. Maletas extras, herramientas de bricolaje o incluso ciertos electrodomésticos pueden ser prestados a amigos o familiares en lugar de ocupar un rincón en casa. También existen plataformas donde se pueden alquilar ciertos objetos cuando se necesiten, sin necesidad de tenerlos siempre a la vista.
Con un poco de organización y sentido común, se puede hacer sitio sin volverse loco. Y recuerda: menos trastos, menos problemas.



