Sociedades inactivas, qué hay que saber sobre ellas

En el terreno empresarial, actualmente existen diferentes maneras de poder adquirir otras entidades, sabiendo que uno de los formatos más populares hoy en día es el de las sociedades inactivas. Lo cierto es que, desde hace un tiempo, esto se ha convertido en una gran alternativa especialmente para aquellas personas que quieren emprender. Hay que decir que el tema de este tipo de sociedades es una forma esencial para adquirir una nueva teniendo en cuenta que, como ocurre con otros procesos, también para llevar a cabo esta operación se requiere seguir unos pasos y contar con profesionales especializados en esta materia.

En la actualidad, el emprendimiento se ha puesto de moda, si bien es cierto, no todo el mundo cuenta con la liquidez o los recursos suficientes para montar un negocio de cero. Es precisamente en este contexto cuando hay que hablar de las sociedades inactivas, ya que se han convertido en una excelente alternativa para poder adquirir una empresa de manera más cómoda, rápida y sencilla. En este sentido hay que decir que cuando se habla de sociedad inactiva se está haciendo referencia a aquella compañía que, aunque está inscrita en el Registro Mercantil, no desarrolla ninguna actividad que reporte ingresos en ese momento. 

Hay que decir que estas sociedades inactivas pueden ser de diferentes tipos, tales como sociedades anónimas o limitadas, entre otras, con el añadido de que su capital social puede ser desembolsado en su totalidad o bien de manera parcial. Debido a todo esto es importante comentar que en España, cada vez son más personas las que se decantan por comprar una sociedad inactiva y, para ello, es esencial conocer cómo es el proceso. 

¿Por qué decantarse por comprar una sociedad inactiva?

Tal y como se ha comentado, el hecho de comprar este tipo de sociedades es una buena alternativa para aquellas personas que quieren emprender pero no quieren o pueden arrancar un negocio desde cero. Hay que decir que adquirir este tipo de sociedades es un proceso más sencillo, puesto que se elige una empresa que ya cuenta con su propio registro e incluso tiene su objeto social bien definido, algo que es ventajoso ya que se puede poner en funcionamiento en mucho menor tiempo.

De entre los principales beneficios que se pueden destacar en relación con todo esto hay que decir que una de las primeras cosas es que el proceso se agiliza notablemente, debido a que la sociedad ya está constituida y, por tanto, el ahorro de tiempo es mucho más significativo. Esto quiere decir que la empresa puede volver a estar operativa en apenas un día. 

El ahorro también se nota en el dinero, puesto que en la mayoría de los casos el proceso es más barato, debido a que se reducen bastante los trámites. Asimismo, se puede encontrar financiación más fácilmente, sobre todo si el historial de la entidad es bueno.

Cómo es el proceso de compra

Como ocurre con otras operaciones financieras, para poder comprar una sociedad inactiva es esencial tener en cuenta una serie de pasos clave. Aunque el proceso suele ser menos complejo que si se empieza de cero con un negocio, no está de más contar con los servicios de profesionales expertos en este terreno sobre todo para poder realizar un estudio previo de mercado.

Así, la primera fase será esta, buscar al experto adecuado para que pueda ayudar a llevar a cabo todo el proceso y luego, habrá que realizar una investigación de aquellas sociedades de este tipo que están disponibles con la idea de comprar la que más se ajuste a las necesidades que se presenten.

El tercer paso será formalizar todo el proceso ante un notario, es decir, hacer legalmente el contrato de compraventa. En este documento, entre otras cosas, se deben establecer bien todas las condiciones de dicha operación, como, por ejemplo, si hay cambio de objeto social o de titularidad.

Finalmente, habrá que comunicar a Hacienda todo este proceso, así como el inicio de la nueva actividad. Para ello, hay que presentar el modelo 036 y realizar la inscripción de las escrituras en el Registro Mercantil correspondiente.