Verano: importancia del confort térmico

El verano es una época del año en la que el confort interior entra en relación directa con el clima y para que haya equilibrio entran en juego una serie de factores. La zona geográfica es la más importante, pues no en todos los lugares el calor llega de manera abrasadora. El tipo de construcción es otro e, independientemente de cuál sea tiene que haber un mínimo de aislamiento para que la energía no se gaste en vano.

En todo caso, nunca está de más contar con un aire acondicionado para soportar las horas de más calor que, aunque se viva en una zona más fresca, siempre tendrá un impacto significativo entre junio y septiembre, cuando se requerirá del confort térmico. Pero, ¿cómo se define este concepto?

¿Qué es el confort térmico?

Para definir lo que es el confort térmico entran en juego variables personales y la capacidad de cada quién para soportar más o menos el calor. Sin embargo, hay estándares internacionales y el que regula esto es la norma ISO 7730. La misma establece que se trata de temperaturas que no llevan al frío ni al calor y fijan la temperatura de los ambientes entre los 19 y 25 grados centígrados.

También hay otras variables, además de la temperatura promedio. Una de ellas es la velocidad con la cual circula el aire. Un split aire acondicionado posee dentro de sus funciones un ventilador oscilador que hace que este sea expulsado por toda la estancia con más o menos fuerza para alcanzar una sensación agradable.

Asimismo, la humedad del ambiente también afecta el confort térmico. A mayor humedad más se sentirá el calor. Pero, esta se regula con la función “Dry” de los equipos de aire acondicionado. Este modo permite que el equipo funcione sin tener que bajar la temperatura y, por consiguiente, se gasta menos energía.

Factores que afectan el confort térmico

No se puede afirmar que un lugar es confortable térmicamente con solo tomar en cuenta las lecturas de temperatura, humedad y velocidad del aire. Ya se dijo que depende en gran medida de las circunstancias individuales y va más allá de los factores meteorológicos.

Las actividades que se realicen dentro de un recinto también tienen impacto en cómo se perciba la sensación de calor o frío. No es lo mismo una oficina en las que los empleados trabajan tranquilamente en sus escritorios, a la de una cocina de un gran restaurante donde hay equipos que irradian calor o la de un gimnasio en la que todos se ejercitan.

Al hacer la instalación aire acondicionado vale la pena hablar con el experto en climatización para que conozca el uso que se le va a dar al equipo y a la habitación y pueda recomendar cuál comprar y cuáles funciones deben fijarse.

Asimismo, la ropa que se vista y el metabolismo individual de cada persona tienen efecto sobre el confort térmico.

¿Cómo lograr el confort térmico?

Para lograr el confort térmico en cualquier lugar, es necesario contar con equipos de climatización y/o sistemas de aerotermia que ayuden a mantener estables las temperaturas interiores de los inmuebles. De igual manera, se requerirá la ruptura de puentes térmicos.

Es decir, que el aire del interior no se escape. Si esto sucede el termostato nunca parará y los aires acondicionados o las calefacciones jamás dejarán de trabajar. Esto reduce la vida útil de los equipos y aumenta el gasto de electricidad.

Además, hay que fijar estos patrones:

• Temperatura del aire acondicionado y del suelo radiante entre los 18 y los 26 grados centígrados
• Velocidad del aire entre los 0 y los 2 m/s.
• Humedad toral entre el 40 y el 65 %.